Buscamos a tientas una salida,
la salida del laberinto
de nuestra vida.
Nos metemos por
callejones sinuosos,
callejas oscuras y
llenas de entramados peligrosos.
Nunca sabes donde
acabas,
solamente te dejas
llevar por tu instinto.
¿Quién te enseño a
vivir?
¿Alguien te dijo qué
camino elegir?
Naciste y te soltaron
en esta selva,
dispuesto a escoger tu
mejor camino.
¿Quién puede juzgarte
por equivocarte?
¿Alguien tirará la
primera piedra?
Aun recuerdo cuando te
tenia en brazos,
un bebé mecido por un
niño.
Y no entiendo como se
tuercen los caminos,
separando las vidas de
los que se quieren,
hasta el punto de
destrozar tu destino.
Viviste como mejor
pudiste,
copiando los errores de
quienes te trajeron al mundo.
Pero, ¿alguien te dijo
que eso no era lo correcto?
Solo hiciste lo que
dictaba tu conciencia.
Siempre amable con los
animales,
te guiaste por tu
corazón,
para conseguir ser un
hombre mejor.
Aunque hubo alguien que
decidió,
que tu vida no valía
nada.
Y, ¿quién es él para
juzgar y condenar?
Uno más de nosotros,
porque,
al final, todos somos
jueces y verdugos.
Todos somos leones y
corderos.
Cántale a Mami una
canción de Sabina
Ella estará feliz de
tenerte a su lado.
De escucharte tocar tu
guitarra
Al son de tus palabras.
A mi sobrino
LIONEL CARRILLO SUÁREZ