Después de un accidente que lo dejó postrado en una cama durante nueve meses, JC Sanz sacó todo lo que le resquemaba por dentro y lo plasmó en una novela, Post Morten, en la que mezcla sus miedos, sus inquietudes o sus frustraciones con una trama policial oscura y trepidante, convirtiendo parte de sus experiencias en la ficción de sus personajes.