viernes, 26 de agosto de 2016

LA MAREA


Caminado por la orilla de la playa,
voy marcando mis huellas en la arena.
La marea sube y baja, borrándolas sin reserva.
Pero algunas sobreviven, como recuerdos que quedan.
Otras ya se están borrando, personas que no interesan.

Observo huellas cercanas, al alcance de mis piernas.
Y veo que son recuerdos, que en mi vida permanecen.
No quiero que estas se borren, ¡qué las olas las respeten!,
por ser personas queridas, que vivirán en mi mente.

Caminando muy tranquilo, quiero marcar mi destino,
dejando que la marea vaya borrando las huellas,
de aquello que ya en mi vida, no merece más la pena.

Algunas huellas pasadas, siguen viviendo en la arena.
Son pisadas de personas que en sus vidas siempre quedan.
Vidas que son importantes y la marea respeta.

Me siento para observarla y la veo selectiva,
Como queriendo ofrecer, lecciones sobre mi vida.
Yo no quisiera perderme, los consejos que me animan.

La marea saca objetos, que la mar no los aprecia,
los deposita en la orilla, porque nuestra mar se queja.
La luna con su atracción, mece las olas inquietas.

Los tesoros de la vida, la marea los venera.
Y nos dice sin tapujos, lo que merece la pena.
Piedras, conchas y… ¡las huellas!

Elimino de mi vida, lo que ya no me concierne,
no es que quiera ser como ella, la marea continúa,
¡yo soy la propia marea…!








Compartir este blog


miércoles, 17 de agosto de 2016

LA NOCHE QUE ME OLVIDÉ DE TI


La noche que me olvidé de ti,

No podía dormir.

Buscando en los recuerdos

De una vida pasada,

Me dio la madrugada.

Y después de tanto pensar,

No encontré nada

Que me recordara aquella

Vida pasada.

Ya tan alejada que ni

Los recuerdos te nombraban.



La noche que me olvidé de ti,

No quise dormir.

Busqué desesperado momentos

En los que estuve a tu lado,

Traté de evocar tu rostro,

Tu sonrisa, tu mirada.

Pero no me salía nada.

Maldije a la oscuridad

Por llenar de vacío mi mente.

Y borrar de mi, aquellos

Recuerdos completamente.



La noche que me olvidé de ti,

Me quede vacío.

Y busque, sin sentido,

Un recuerdo en el olvido.

Aquella imagen me llenó

De alegría,

Pues tu cara se divisaba

En una fotografía.

Y, por fin, los recuerdos

Volvieron como regueros

Colmando mi alma de

Bellos anhelos.



La noche que me olvidé de ti,

Ya había llegado a su fin.

Pero me quedé dormido,

Con tu foto pegada a mi pecho

Para que los sueños

Me trajeran los recuerdos

De aquellos momentos que vivimos

Antes de que el destino

Separara nuestros caminos.
 
A mi madre. 
María Peralta Padrón










Compartir este blog



jueves, 11 de agosto de 2016

¿QUÉ ME QUEDARÍA?


Si pudiera vivir en paz conmigo mismo

Si pudiera olvidar 
todo aquello que me hace daño

Si pudiera dejar atrás 
lo peores momentos de mi vida

¿Qué me quedaría?



Si pudiera vivir en paz conmigo mismo

Si pudiera alejar a 
los que no me aportan.

Si pudiera huir de 
los que sólo buscan hacer daño,

Y vencer todos esos miedos.



Si pudiera vivir en paz conmigo mismo

Si pudiera llegar a ser feliz

Con lo que poseo y

No anhelar las cosas que no tengo



¿Qué me quedaría?

¿Me quedarías tú?

¿Te encontraría a ti?



Si pudiera vivir en paz conmigo mismo

Entonces, ¿que tendría? 
¿Qué me quedaría?...





POESÍA PATROCINADA POR: 
www.piedrasdebuddha.com






Compartir este blog


miércoles, 3 de agosto de 2016

ALGUNA VEZ

https://poesiasdegdavidperalta.blogspot.com/2019/07/alguna-vez.html

 
Alguna vez 

he llorado por tu ausencia

Lágrimas tristes.



Alguna vez 

He escrito mis añoranzas

Tratando de no olvidarlas.



Alguna vez

Me he perdido en la distancia

Recordando tus palabras de alabanza.



Alguna vez

Quise ir en tu busca

Pensando que, quizás, te encontraría.

Sintiendo que, por fin, te alcanzaría.



Alguna vez

Me he perdido entre los sueños

Tratando de encontrarte de nuevo

Pero sin éxito, me despierto

Y vuelvo a sentir 

Que ya no estás aquí.








POESÍA PATROCINADA POR:
www.piedrasdebuddha.com







Compartir este blog

sábado, 30 de julio de 2016

EL PODER DE POKEMON


Mientras en Francia, Alemania o Bélgica se suceden los atentados,  mientras un joven degolla a un cura o un marido mata a su mujer delante de sus hijos, y un sin fin de asesinatos más; mientras el Reino Unido se quiere ir de Europa y Cataluña separarse de España ( pasándose la constitución por el forro) o los españoles sigamos sin gobierno y en Estados Unidos intentan decidirse entre una presidente demócrata (la Clinton) y un presidente republicano (el Trump), que lo más que tiene de demócrata es que su mujer sea un florero de 90-60-90; por no mencionar que pretende construir una muralla entre USA y Mexico, que podremos ver desde el espacio exterior cuando, en un par de décadas, tengamos que abandonar la tierra. Aparece el juego que nos ayuda a desinhibirnos de tantos problemas: Pokemon Go.






Después de destrozarnos los ojos con el Tretix, de perseguir fantasmas con el comecocos, de matar zombies y de soportar una veintena de ediciones de Gran Hermano ( eso que nadie ha visto pero que todo el mundo sabe quién la lía parda); después de soportar a cantantes noveles peleando por ganar el concurso, o sea OT, para poder ir a Eurovisión (ese concurso de música europeo en el que España nunca gana). Nos enganchamos a los selfies, al Candy Crash ( algún que otro político también) y, así, un largo etcétera. Nintendo nos manda, ahora, este super juego para móviles y que nos entretengamos durante todo el verano persiguiendo, como borregos, a unos bichos a los que, además, matas con solo mover un dedo y ellos ni siquiera se defienden ( como que están esperando a que los encuentres y los captures). Pero claro, vas subiendo de nivel y, además, puedes optar a ir a entrenar a un gimnasio especializado en la caza de Pokemons; ¿para qué? ¡Si están quietecitos esperando a que les lances tu bola de poder y los cojas! En fin, todo una proeza que ha permitido que muchos se accidenten y todo.




Pero claro, si es que al final somos todos iguales. Acusamos a los demás de consumistas pero todos tenemos móviles de última generación o la tablet más guay, o la smart TV más grande. Todos usamos Facebook o twitter y whatsapp. Todos exponemos nuestra vida a los demás y nos quejamos de que el gobierno nos vigila; pero si ya lo hace y se lo ponemos en bandeja. El que no cuenta su vida minuto a minuto, amenaza con abandonar el Facebook y contactar con sus allegados por whatsapp; para al día siguiente deleitarnos con muchos más estados que antes de la amenaza inminente.    






A diario veo gente en la piscina o en la playa tumbados al sol recreándose con su móvil, mandando mensajes, escritos o de voz, o haciéndose selfies de los más variopintos. En los restaurantes familias enteras miran su Facebook e incluso una pareja de enamorados sentados en una esquina, con su velita en plan romántico y todo, ambos hablan cada uno con su móvil y ni siquiera se miran. ¿Y ese que tienes al lado en el cine y se pasa toda la película whatsappeando?



En fin, no seamos hipócritas, somos unos consumidores natos y empedernidos y, además, nos gusta. Lo triste es que nos matamos por consumir juegos estúpidos que no nos aportan nada, ni siquiera una buena diversión, y no corremos a la librería más cercana a comprar un libro de nuestro autor favorito. Y no es porque no tengamos tiempo para leerlo, que sí que lo tenemos.



Nada, a seguir cazando Pokemons. Aprovechemos lo que nos queda de verano, no sea que en un par de semanas aparezca otro juego y nos aparte de este que nos divierte tanto. Y lo más importante, démosles más razones a los gobiernos para que nos tomen por lo que somos, una pandilla de idiotas.



¡Feliz caza!