Desde muy pequeña, Ana Larraz Galé, se interesó por la historia vivida por sus abuelos; cuando, de pronto, estalló la guerra y su abuelo, Ángel, se tuvo que volver a alistar en el ejército para combatir en aquel sin sentido. Agricultor y sin querer tomar parte en aquella contienda, como todos, para simplemente dedicarse a cuidar de los suyos. Ángel tuvo que abandonar su hogar y viajar hasta un pueblo remoto, Quinto, donde viviría una serie de experiencias, como la de hacer trueques con el enemigo, cantar para ellos o llegar a entablar una gran amistad, con los que más tarde tendría que matar.
Todos esos datos, los fue
recopilando Ana a través de la correspondencia que mantuvo su abuelo con su
abuela durante un año. Además, la abuela de Ana, le fue contando un montón de
anécdotas que, a día de hoy, la autora aún recuerda. De todo esto sale su
novela histórica, “La fotografía: Historia de un soldado”, con la que Ana sólo
quiere dejar constancia de que “estos
hombres que estaban luchando, no tenían unas ideas transcendentes sobre nada. A
ellos lo que les importaba era lo que ocurría fuera del frente, cómo estaba su
familia”.
Además de “La fotografía”, Ana ha
escrito una serie de relatos, como
“Canarias y el Mar”, “Amor Km
0” “Hay esperanza para vencer al cáncer” “Sentimientos” “Espero” o “Una hora menos”, con los que
ha participado en diferentas antología y un libro de relatos junto con dos
amigas, “Doce tríos y doce a solas”, en el que una de ellas lo comenzaba a
escribir, la segunda lo seguía y la tercera lo terminaba. Consiguiendo con ello
un batiburrillo de historias muy divertido.
Si quieres saber más acerca de
Ana y sus escritos, puedes visitar su página web: www.analarrazgale.com. También la
puedes localizar en Facebook, como Ana Larraz Gale; en Twitter, como
@Analarrazgale; en Instagram como analarraz. O en la página web de la editorial
Librando Mundos: www.librandomundos.es
LA FOTOGRAFÍA: HISTORIA DE UN SOLDADO
En julio de 1936, un labrador, reclamado por los nacionales, tendrá que
abandonar a su mujer; con la que lleva casado poco más de u n año y a su
hija de tres meses, para ir a una guerra que ni entiende ni comprende.
Gracias a las ciento cuarenta y dos cartas que desde Quinto; el pueblo donde pasará los últimos trece meses; escribe a su mujer, sabemos cómo fue la vida allí y conocemos como eran las relaciones con sus jefes y compañeros.
Su última carta es del día 23, unas horas antes de que empiece la batalla.
A partir de ahí, todo lo que le sucede, lo sabremos por el relato de sus convecinos, los hombres que estaban prisioneros con él, y que al acabar la guerra, regresaron a Tauste.
Gracias a las ciento cuarenta y dos cartas que desde Quinto; el pueblo donde pasará los últimos trece meses; escribe a su mujer, sabemos cómo fue la vida allí y conocemos como eran las relaciones con sus jefes y compañeros.
Su última carta es del día 23, unas horas antes de que empiece la batalla.
A partir de ahí, todo lo que le sucede, lo sabremos por el relato de sus convecinos, los hombres que estaban prisioneros con él, y que al acabar la guerra, regresaron a Tauste.
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