Parece muy común, que a todos aquellos a
los que les encanta leer, los también llamados devora libros, siempre acaban
escribiendo sus propias novelas; como es el caso de Felipe Caño que, aunque
siempre le encantó leer, no fue hasta hace unos años cuando comenzó a
desarrollar lo que ya hoy en día es una sextología, aunque a Felipe le gusta más
decir que son dos trilogías, que comienza con el título Aunque lo Olvide, Siempre
Irá Conmigo.
Esta Saga Jacobo, compuesta de seis
libros, cuenta las andanzas de Jacobo Fernández, un hombre normal y corriente, en
apariencia felizmente casado y con hijos, que se reencuentra con un amor del
pasado y que se ve arrastrado por esa mujer a la que quiso de forma adictiva, viéndose
involucrado en una trama que hará que su vida de padre de familia cambie para
siempre.
Para que los datos dados en cada uno de
los libros fueran fehacientes, Felipe se documentó acerca de todo lo que
despertaba su interés y quería utilizar en su novela (como armas de fuego,
proyectiles, etc.). Un trabajo exhaustivo, quizás por eso ha tardado tanto en
publicar la saga, que denota su vena de ingeniero, que cursó en la Universidad
Politécnica de Madrid. Demostrando el arduo trabajo que hay detrás de cada
novela, no obstante, su dicho de cabecera es “Siéntete orgulloso, pero nunca satisfecho”.
Aunque lo Olvide, Siempre
Irá Conmigo
Jacobo
Fernández, casado y padre de dos hijos adolescentes, no es consciente que su
vida acaba de dar un giro de 180º al coincidir en unas vacaciones con la que
cree un antiguo amor. Sumido en una crisis de 18 años de matrimonio, su
vulnerabilidad ante una supuesta traición amorosa de juventud, una verdad a
medias que se propaga como un virus en su mente, le hace verse involucrado en
una trama perfectamente orquestada por una mujer a quien quiso de forma
adictiva, y creyéndose tener las riendas de su vida no parecer entender la
realidad, que es un mero peón de una partida de ajedrez en manos de... ella. El
pasado no es tan efímero como podemos llegar a creer, y aunque el futuro esté
escrito, una casualidad puede hacerlo cambiar todo, nunca hemos de olvidar que
el destino nos pone a prueba para que sepamos que realmente existe.
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