FELIPE CAÑO PONE LA ÚLTIMA PIEZA DE UN PUZLE POR MONTAR

Continuando con su trilogía de Las Historias de Jacobo, Felipe Caño, nos presenta La Última Pieza de un Puzle por Montar, un thriller en el que secretos del pasado vuelven al presente, en forma de caja, para desentrañar un asesinato acaecido veinte años atrás y del que ni siquiera hay constancia de haberse producido. 

EL CABALLERO DE LA OSCURIDAD NOS REGALA SUS VERSOS MÁS INSONDABLES.

Pablo Manrique Yebra o, como él mismo se define con un seudónimo que parece sacado de una novela de suspense, El Caballero de la Oscuridad nos adentra en lo más hondo y oscuro de su ser con unos poemarios plagados de versos que nos hacen meditar sobre nuestra propia naturaleza, la naturaleza del ser en su más íntimo rincón. Un lugar al que muchas veces nos cuesta llegar o al que no queremos visitar por temor a reconocernos a nosotros mismos en él.

AUNQUE LO OLVIDE, SIEMPRE IRÁ CONMIGO LA OPERA PRIMA DE FELIPE CAÑO.

Parece muy común, que a todos aquellos a los que les encanta leer, los también llamados devora libros, siempre acaban escribiendo sus propias novelas; como es el caso de Felipe Caño que, aunque siempre le encantó leer, no fue hasta hace unos años cuando comenzó a desarrollar lo que ya hoy en día es una sextología, aunque a Felipe le gusta más decir que son dos trilogías, que comienza con el título Aunque lo Olvide, Siempre Irá Conmigo.

LOS RETALES DE VIDA DE INMACULADA FUENTES BALLESTEROS NOS ADENTRA HASTA LO MÁS PROFUNDO DE SU CORAZÓN.

Inmaculada Fuentes Ballesteros quería estudiar Medicina, pero por causas de la vida, lo tuvo que posponer hasta que, mucho más adulta, pudo ponerse a ello y sacarse el título de Técnico en cuidados auxiliares de Enfermería y Técnico en asistencia socio-sanitaria.

Pero la vocación de escritora no le vino hasta que alguien le aconsejó escribir sus vivencias, ya que esto sería una forma para que todo aquello le dejara de doler. Así lo hizo, sin pensar por un momento en llegar a publicar nada, simplemente quería sacar todo su dolor, expresarlo en papel y dejar el sufrimiento allí plasmado, en aquellos folios, para que la dejaran vivir en paz.