UN PASEO POR LAS DUNAS DE MASPALOMAS


A quien pueda interesar.



Comienzo este artículo, el primero fuera de la literatura, con esa frase tan famosa utilizada antiguamente por que creo que esto les puede interesar a muchos de ustedes. No trato de señalar a nadie, ni de juzgar a la ligera. Desde este diario digital, tan de nuestra isla, quiero hacernos una llamada de atención para que, juntos, intentemos corregir ciertos errores.



A pesar de los trabajos de mantenimiento que “NUESTRAS” Dunas de Maspalomas recibe por parte de los operarios del ayuntamiento, parece ser que no es motivo suficiente para que este paraje sin igual, luzca con luz propia; limpio y reluciente. Como debería ser para que todos los grancanarios y nuestros visitantes podamos disfrutar de él como es debido.





Vivimos en una de las islas “más afortunadas del mundo”. Un paisaje sin igual, que si bien, en la tierra hay muchos de ellos; este es el mejor, porque nos pertenece a nosotros y creo que, desde mi punto de vista, no estamos haciendo algo bien.




A veces me pregunto si realmente estamos civilizados o, por el contrario, aún nos falta mucho para llegar a eso. Ustedes me dirán que sí que lo estamos, pero, ¿cómo llegamos a esa conclusión cuando te encuentras con cosas como las que se muestran en las fotos de este reportaje? Y ustedes dirán: Claro, si los de mantenimiento se pusieran las pilas, esto no estaría así. Pero claro, llegamos a un punto en el que yo me pregunto, ¿y no será cosa de todos que las Dunas puedan estar más limpias y mejor cuidadas?




Pongamos el ejemplo de ese padre, dominguero, que se dedica a limpiar “su coche” a conciencia, dejando reluciente todos los recovecos de la preciada máquina. Y, sin ser machista, esa madre, dominguera también; que se dedica a limpiar toda la casa hasta dejar los suelos como los paños del oro; o los muebles relucientes como un patena, dicho sea de paso, esa cocina que tanto se esmeran en limpiar una y otra vez, algunas claro. ¿Qué haría este padre cuando su hijo se toma un helado en el coche y lo mancha? O, ¿esa madre, cansada ya de limpiar, si sus hijos dejan todo manga por hombro o le llenan el suelo de arena de playa?... ¿Llamarían al servicio de limpieza del edificio? ¿Lo volverían a limpiar todo? O, ¿Sería mejor enseñar a nuestros menores a tener cuidado con nuestra casa y, por consiguiente, con nuestro entorno?




¿Estamos hablando de un tema de falta de atención o falta de educación medio ambiental? Piensen en esto señores y tratemos todos juntos de educar a los más pequeños, y a los más descuidados, para que nuestra isla y nuestras Dunas de Maspalomas luzcan mejor y así estar más orgullosos de lo que tenemos. Porque aunque nos quejemos de los guiris, los responsables somos nosotros, ya que somos tan culpables los que hacemos, como los que dejamos hacer, sin hacer nada al respecto.
Entonces, la pregunta final es: ¿realmente estamos civilizados o aún nos queda para llegar a ello?




¿No sería mejor disfrutar de nuestro entorno manteniéndolo tan bello y limpio como la reserva natural que es?



 









Reportaje realizado por: G. David Peralta.

Y Fotografía de: Fab Canaria.

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