Todo empezó cuando Sandro Doreste Bermúdez
era un adolescente y sentía inquietud por la fantasía y los mundos oscuros
donde habitan los hombres lobos, los vampiros y demás seres de las tinieblas. Así
que, en un foro de internet y junto con otros chicos, comenzaron a escribir
cada uno sobre un personaje fantástico con lo que crearían una historia en común.
Pero todo aquello quedó en un intento fallido y años después Sandro se decidió
a escribir una saga con todo lo que habían hecho, por supuesto, cambiando
algunas cosas y pidiendo permiso a los otros participantes. Así surgió “La caída del Submundo”, una tetralogía
de fantasía oscura, como la define el propio autor, que concluye este año con “La Cruz y el Fuego”.
En “La Cruz y el Fuego” todos los personajes, incluidos los humanos, se
verán envueltos en unos acontecimientos definitivos que harán replantearse a
cada uno de ellos a qué equipo pertenece o quiere pertenecer para salvaguardar
su especie y no sucumbir en una batalla final que definirá el futuro de cada
uno de ellos.
Este autor de novela fantástica
nos asegura que los lectores de este tipo de género suelen ser adolescentes,
pero que no descarta que le sigan lectores de mucha más edad, ya que la fantasía
y sobre todo la oscura, gusta a casi todo el mundo. Ahí tenemos ejemplos claros
como los personajes creados por Stephen King,
J. R. R. Tolkien o George R. R. Martin. Con lo que espera
que su tetralogía “La caída del Submundo”
compuesta por los títulos: “La sombra de Eirok” (2014), “Hijos de la Luna”
(2015), “Jurmanarem” (2016) y “La Cruz y el Fuego” (2018) sea del
agrado de todas las edades.
Si no quieres adentrarte
en una saga, puedes conocer a Sandro
Doreste Bermúdez por su novela autoconclusiva “Solo los Monstruos crean Monstruos”, publicada en 2017 por la editorial
Tandaia y finalista en el certamen
internacional de novela juvenil de la editorial.
La sombra de Eirok
“Esto es sólo un aviso. Si preguntas un poco, conocerás el motivo de mi
odio. Es muy posible que ya hayas recibido esta carta. Tómalo como una
muestra de cortesía.
Creo que es lo que merecéis. Tras tanto tiempo mancillando el nombre de esta Tierra, es vuestro turno de desaparecer.
Ésta es mi declaración de guerra. No espero una respuesta verbal”
Plata, un hombre lobo exiliado de su clan, se ve inmerso en una guerra entre vampiros. Con el fin de regresar a su hogar, no tiene otro camino que adentrarse en el submundo, en la amalgama de criaturas imposibles que se ocultan en la noche, mientras son los propios dioses en discordia los que guían su destino.
Creo que es lo que merecéis. Tras tanto tiempo mancillando el nombre de esta Tierra, es vuestro turno de desaparecer.
Ésta es mi declaración de guerra. No espero una respuesta verbal”
Plata, un hombre lobo exiliado de su clan, se ve inmerso en una guerra entre vampiros. Con el fin de regresar a su hogar, no tiene otro camino que adentrarse en el submundo, en la amalgama de criaturas imposibles que se ocultan en la noche, mientras son los propios dioses en discordia los que guían su destino.
Hijos de la Luna
“Recoge lo que aún quede de tu vida y vuelve allí donde quieras llamarlo
hogar, cazador. Yo no puedo matarte y creo haberte explicado porqué no
tienes motivos para matarme, incluso aunque pudieras. Estoy seguro de
que hallarías el modo. Nos serás más valioso de nuestro lado y,
probablemente, vivirás más. Pero, si sigues adelante, espero que tengas
dioses poderosos protegiéndote.” 84 años más tarde del incidente de
Jerusalén, Elzerck ha logrado variar las tornas de la balanza.
Jurmanarem
Olhua, el dios que guió a Elzerck durante sus primeros años, le ha
pedido una tarea imposible, algo que escapa de cualquier capacidad del
híbrido: salvarle de sus compañeros. Con las cartas sobre la mesa y
rodeados por los seres más poderosos de nuestro mundo, Elzerck y
Afrodita se embarcarán en una persecución a través del paraje más hostil
que cabe concebir: el Purgatorio.
El juicio ha comenzado.
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